La innovación está en peligro. Los que no viven el cambio van directo a la extinción.

La alta dirección debe saber que el 45% de las empresas que no adaptan su modelo de negocio a las nuevas demandas del mercado desaparecerán en 5 años. La presión es real y los disruptores están al acecho. Estamos en una época donde la rapidez del cambio supera nuestras estrategias. Si no pivotamos, somos carne de cañón.

– El 70% de los consumidores busca autenticidad en las marcas – los falsos mensajes no sobreviven.
– La competencia ya ha tomado medidas drásticas: algunos han reducido sus márgenes un 50%, y no se recuperarán.
– Las startups están arrollando a los gigantes establecidos – la transformación es cuestión de vida o muerte.

Muchos creen que el cambio es opcional, pero ya no es así. Los que entienden esto tendrán las claves del futuro. Los que no, están cavando su propia tumba.

Los tiempos son inciertos y el panorama se oscurece. Con empresas que caen y el cambio inminente, el reloj avanza. La pregunta es: ¿quién sobrevivirá en este juego mortal?

El desafío ya no es solo competir; es sobrevivir. Quien no esté preparado, simplemente no existirá.